jueves, 9 de mayo de 2013

JRM

          Prometo que nunca olvidaré aquel primer beso que nos dimos en ese banco y tener la sensación de que tenías unos labios realmente suaves. Recordaré aquella primera conversación que tuvimos en aquella casa, cuando nos conocimos, sí, esa conversación que no dejó claro quien tenía que saludar a quien. Aquella carta que me entregaste y leí entre lágrima y lágrima, en la que describías perfectamente cada momento vivido y todo lo que nos quedaba por vivir, diciendo que me tirase contigo al vacío y demostrando que merecía la pena luchar por esto por muy lejos que estuviéramos. 
         Juro que jamás olvidaré aquel abrazo que nos dimos después de haber estado dos semanas sin vernos, o aquel abrazo después de nuestra primera discusión, esos primeros abrazos en los que sentía que se paraba el mundo y que solo quería comerte a besos. También prometo que nunca olvidaré nuestra primera noche juntos, el primer te quiero que salió de mi boca, o el primer te amo que salió de la tuya, la primera vez que me intentaste quitar el frío pasando tus brazos rápidamente por encima de los míos. Todas las veces que por alguna extraña razón tenía yo las manos más calentitas que las tuyas y me encargaba de calentártelas mientras conducías. 
         Juro también acordarme de cada sirope y de todas y cada una de las sonrisas que te he dedicado, te dedico y te dedicaré. Prometo que jamás de los jamases olvidaré todas las veces que me llevaste a casa o cuando conociste a mis padres y te volviste uno más de la familia... 

JURO QUE JAMÁS SE ME OLVIDARÁ QUE TÚ PARA MI ERES Y SERÁS SIEMPRE EL ÚNICO.

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