He visto a abuelas luchar por ellas, y por toda una gran descendencia. He visto a madres poniendo sus manos de madre sobre vientres de hijas que serán futuras madres, que pronto tendrán hijos. He visto llorar, lágrimas muy sabias, por pérdida, por orgullo, y he llorado yo, de admiración.
He visto a muchas personas en el mundo, cientos de miles de millones, y no todos ellos con el mismo denominador común. No todos ellos poseen la suerte de tener una vida por delante. Hay vidas prefijadas, elegidas, dirigidas. Y hay vidas libres, que se mueven por inercia, o que directamente no se mueven. Pero sobre todo, hay vidas. Yo he decidido, y no sé como calificaría mi vida, pero desde luego, es mía.Y yo, y solamente yo elijo en ella. La única variable de la que dependo es el tiempo. Pero no dejaré que él haga y deshaga. Voy a hacer lo que siempre he querido, lo que siempre he creído que debía hacer. Voy a cumplir mis metas, y después uno a uno todos mis sueños. Y lo haré sola, o con quien encuentre que esté dispuesto a perderse (conmigo). Lo haré, por orden, siguiendo mis prioridades, pero lo más importante es que lo haré. El esfuerzo siempre tiene recompensa, y un esfuerzo más es un fracaso menos.
Sé que algunas palabras abren heridas, pero otras caminos. Seré realista y aceptaré esas heridas, pero siempre querré atravesar los nuevos caminos. Dónde, no lo sé; cuándo, ahora. Es el momento de cometer todos los errores que me lleven a todas las experiencias. Y es el momento de acertar. Es el momento de lo que yo quiera, porque es mi momento.
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