martes, 31 de enero de 2012

El amor, tal como lo quería ella y ya no lo tiene. O quizá como no lo ha tenido nunca. Porque el amor no es y no puede ser simple afecto. No se trata de costumbre o amabilidad. El amor es locura, es el corazón que late a dos mil por hora, la luz que surge de noche en pleno atardecer, las ganas de despertarse por las mañanas solo para mirarse a los ojos. El amor es ese grito que ahora la llama y la hace comprender que es hora de cambiar. Él. Recuerda momentos pasados en su compañía, las cosas que siempre le decía, su rostro. Pero no, no están hechos el uno para el otro. Una lágrima desciende cálida por su mejilla y cae sobre su pierna desnuda. A veces hay cosas que no puedes evitar recordar. Hay palabras, momentos, lugares, números y otras mil cosas que son más especiales que el resto. Todo a su al rededor ha cambiado. Nada es para siempre, ya lo dice la gente, y ahora su experiencia la hace creerlos. Lo suyo se acabó. Ahora toca pasar página, y lo hará. Tiene una sonrisa que nunca falla, y unas ganas de vivir impresionantes.

TGDT

Antes de nada... No sé si me estoy enamorando de ti... Sé que me miras y me pongo nerviosa, sé que me sonríes y sonrío yo, como si tu sonrisa arrastrara a la mía, sé que me gusta tu boca, sé que te abrazaría al menos 500 veces al día, sé que me alegro cuando sé que te voy a ver, sé que pienso en ti a menudo, demasiado a menudo quizás, sé que me encantaría saber qué piensas en mí,sé que quiero dormir contigo todas las noches, que cuando me despierte por la mañana me estes observando y me digas un: "Buenos días princesa"... sé que cuando me preguntas: ¿Qué tal?, te diría: Bien, con ganas de ti.

lunes, 30 de enero de 2012

Tengo todo el tiempo del mundo para ti,para poder hacer todo lo que queramos y lo que nos queda por querer,para poder ser felices e incluso para poder volvernos locos de felicidad. 


Como el oxígeno para sobrevivir...


Quisiera verte hoy, con la cabeza en cualquier parte y los pies sin saber dónde. Intentando romper las reglas, sin más en los bolsillos que papel, mechero y un par de monedas sueltas. Acercarme despacito, que adviertas mis hormonas entremezcladas con medio litro de colonia. Y que me dediques una sonrisa de esas que tú sabes.
Pagarnos un par de cervezas, ver qué tal te trata la vida y escapar. Nos vamos por la salida para incendios, y montamos el nuestro propio en cualquier esquina oscura.
Y aunque parezca un infierno, pronto llegaremos al cielo. Donde te arrancaré aquello que te quita el frío sin ayuda de las manos. Llenos de viejas excusas y pretextos, congelarte con mis besos helados. Beber sobre tu boca, y emborracharte con mi alma. Dejarte sin defensas y follarte hasta las entrañas.

Ahora mismo quiero reír, bailar, saltar, ir a la playa, andar e incluso correr. No pensar en el futuro ni en el pasado, vivir el presente, nadar, ir a la nieve, de vacaciones, contar chistes, jugar a las cartas, parchís, oca. Desnudarme, hacer el amor, gritar, respirar y sentir la respiración de alguien cerca, besar, abrazar, acariciar, sentir. Quiero ver una película, escuchar una canción o mil, motivarme, cansarme, dormir. Escribir, recordar, leer y también llorar, ¿por qué no? Quiera lo que quiera, esta vez nada ni nadie me lo va a impedir. 

domingo, 29 de enero de 2012



Y ahora todo es diferente,después de tanto tiempo volvemos a empezar desde cero.Será dificil de superar,pero no imposible,creo.
A todo el mundo le ocurre alguna vez,y nos hace aprender de nuestros errores para no volver a cometerlos.
Me acuerdo del primer dia como si fuese ayer,y no me olvidaré nunca.Pueden decirme que eres poco,que no me mereces y todas las tipicas idioteces que dicen para hacernos sentir un poco mejor,pero yo se que no es asi,que eramos felices y que eramos capaces de todo.
Ahora se supone que hay que seguir para adelante y no mirar hacia atrás,la teoria muy bien,solo hace falta llevarlo a la práctica

Eres todo eso que me hace desvariar

Como un cigarro para un fumador. 
Como ese último sorbo de ginebra para un alcohólico.
Como un chute para un yonki. 
Como esas mañanas de sol en invierno. 
Como esos soplos de viento en verano.
Como el placer del lado más frío de la cama. 
Eres todo lo bueno y lo malo. 
Todo lo que hace bien y mal.
Muchas veces eres más que todo eso. 
Muchas veces eres una adicción.
 Eres algo más fuerte, ajeno a los sentidos. 
Eres todo eso que me hace desvariar.
Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme, cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere, cuando eches en falta las risas, las caricias, las conversaciones, los abrazos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles, cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa y lo guapo que estas cuando te enfadas. Búscame cuando mires el móvil esperando que te hable, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. 

sábado, 28 de enero de 2012

Con los años, todo se vuelve más difícil.
 Nuevos compromisos, otros conocidos, ritmos diferentes.
Y a veces uno tiene la impresión de que se ha perdido, 
de que no ha dado la importancia adecuada a las relaciones.
 Los sms ya no llegan al ritmo de antes, las salidas nocturnas se reducen, 
las promesas de verse se posponen por una razón u otra. 
Somos como una segunda familia, y no podemos dejar de creer en eso.

Acto seguido la mira, ella le sonríe y desvía la mirada. Él la coge la barbilla y la atrae hacia sí. Y un beso lento, cálido, tierno, y a continuación más intenso la subyuga. No sabe qué pensar. Se niega a seguir pensando.En lugar de eso se abandona a ese abrazo que la envuelve. El sofá es cómodo y cada vez están más juntos. Pasa el tiempo. No sabe cuánto. Indefinido. No sabría decir si poco o mucho. Ella solo sabe que es feliz. Por unos momentos se olvida de todo. Se siente ligera, ella misma.
Esboza una leve sonrisa y se me acerca. Luego se deja besar suave, tierno y caliente, tranquilo. Se deja besar, sí, y besa él también, entra y sale entre mis labios con atención, con esmero, con pasión. Abro los ojos un instante y le veo navegar así, tan cerca de mi cara, tan entregado, tan partícipe, tan empeñado. No, esta vez no hay bromas escondidas en sus bolsillos. Vuelvo a cerrar los ojos y me dejo ir con él. Viajamos juntos, pequeños surfistas de nuestra propia ola, blandas lenguas, mano sobre mano, que, riendo se empujan para cogerse otra vez.
Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.