domingo, 30 de junio de 2013

"Su ausencia ya era dolorosa...Le dolía el pelo, recordando como se lo tocaba; le dolían los ojos, de tanto llorar por él; le dolían las manos, que le habían acariciado durante tanto rato; le dolían los huesos, que se habían movido a su ritmo durante horas. Su ausencia ya era dolorosa. La sangre le dolía, por no poder brotar a borbotones de un corazón que latía solo por él. Sus lágrimas dolían, por escaparse de sus ojos con tanta fuerza. La vida le dolía. La vida es una mierda, se repetía 1000 veces al día. ¿Por qué vivir si no era junto a él? ¿Cómo vivir si no era junto a él? La vida con él era bonita, o al menos ella así lo pensaba. Sólo necesitaba verlo de vez en en cuando, sentir su piel de vez en cuando, evitando las teclas frías y asépticas, escuchando su voz sobre su boca, sintiendo su corazón, su pelo, oliendo su olor que huele a nada, sintiendo su piel dulce y suave, esa piel tan suave, tan dulce, tan llena de vida, tan él, porque él era él, y para él, ella era ella, pero en la distancia, siempre en la distancia, una distancia que estaba matándola por dentro, que la estaba comiendo, puta distancia que evitaba lo inevitable, que se quisieran, porque ambos se querían, pero en la distancia, se lo repetían cada vez que se hablaban, “te quiero”, decían siempre al despedirse, y mañana volvían a decirlo, pero solo un cable fino escuchaba lo que se querían. Ella camuflaba su pena, perfecta actriz donde las haya, con su vida feliz y alocada, pero muriendo por dentro. Mañana volverían a hablarse, pero...¿qué hacía ella hoy? ¿Camuflar su tristeza con las aves rapaces que la perseguían? ¿Esconderse en su vuelo? Su vida era una mierda. Quería a un niño guapo precioso que la estaba matando, con sus palabras de amor futuro que ella quería que se cumplieran. Quería ser feliz,  pero amor y cordura no van juntos, y él la quería, y ella lo quería, pero él estaba allí, y ella estaba aquí. Enamorarse duele. Duele más que otra cosa. Duele de forma insoportable.La vida es una mierda si no estás con quién quieres. La vida es una mierda si no puedes conseguir lo que quieres, pero esa era su vida, así tenía que ser, ella eligió su vida, su vida la eligió a ella, y lo eligió a él. Casualidad o destino, daba igual lo que fuera. Te quiero. Aquí. Ahora. Conmigo. Sin nadie. Para siempre.”